domingo, diciembre 09, 2007

Weird Tales: El desvan bajo la almohada

Las velas aromaticas se han apagado. La quietud y el silencio se apoderan de la habitacion. Las ropas tan rapidamente desprendidas parecen monumentos de piedra, eternamente esculpidos sobre la alfombra, la silla, el sofa, recuerdos de tiempos remotos cuando el tiempo fluia y la vida germinaba. No hay ecos, ni murmullos, ni suspiros. La ciudad, haya afuera, parece dormida o muerta.

Mi respiracion parece el rugido de una gigantesca bestia. Casi parece que las paredes vibraran con mis exalaciones...


Estiro mi mano y encuentro solo el agonizante calor de su ausencia, los restos de su silueta escurridiza entre las sabanas. Abro mis ojos y, efectivamente, no esta.

Se ha ido y me duele. Tal vez porque suelo ser yo quien se escurre primero, tal vez porque no esperaba que asi fuera despues de sus besos hondos y embriagadores, y su entrega plena. Tal vez porque me estoy volviendo viejo y quiero compañia. Tal vez porque en cuanto la vi bailando con ese zoquete supe que seria mia y la desee con fuerza, porque no pude soportar la idea de ver su elegante forma animal moverse sobre otro, esos ojos hambrientos y claros ofreciendose desnudos para otro observador. La penumbra y el silencio lamen los restos de su olor de mi piel, raspan la carne y los huesos, dejandome solo el dolor que hace el vacio con sus ecos en los muros de mi interior. En la aplastante quietud no tengo mas que quedarme alli y soportarlo. Es mi cama, no hay a donde huir, como hui tantas veces cuando era cama ajena y senti una cadena en mi cuello cuando ella, alguna de ellas, una de las tantas sin rostro ni nombre, en sueños paso su brazo sobre mi pecho para acurrucarse. ¿A donde podria ir? La deje entrar a mi cama, cosa que nunca hago, y ahora entiendo por que. Porque no solo la deje entrar a mi cama, sino mucho mas profundo, mucho mas hondo, alli donde el discurso que me tengo por las mañanas, cuando me miro al espejo y me preparo para salir a mesclarme con todo el resto de los habitantes de este mundo, se disuelve por completo, se deshace de sus mascaras y se revela como una simple mentira , infantil y egolatra.


La quietud y el silencio, la penumbra y su ausencia aplastan mi pecho, mientras mi mente viaja a todas aquellas veces en las que fui yo el invitado al lecho que era mucho mas que un lecho, y que atizbe miedo antes de la entrega, por un segundo, bajo la mascara de la seduccion. Pienso en todas ellas, en sus ojos que trataban de ocultar ese miedo que sortee con mentiras para morderlas alli donde les gusta cuando es sincero, lo que nunca a sido en mi caso, y me siento un bastardo mal parido. Supongo que tarde o temprano, todo tendria que devolverse...



...Que estupidos somos, los seres humanos. Llenamos los silencios del otro con nuestras ilusiones, condenandonos a la decepcion...



Sobre la quietud y el silencio, sobre mi respiracion y la reverberacion de los muros, sobre la penumbra y los ecos dolorosos del vacio, escucho un ruido. Viene del baño, como si alguien diera el agua...

Mas rapido que el pensamiento estoy de pie, asomado por la puerta de la habitacion. Las sombras rozan mi desnudes, y con ojos felinos veo que su ropa aun esta aqui. Desde lo mas profundo hasta la punta de mi nariz, me recorre un escalofrio que me sacude como un terremoto o una explocion volcanica.

Me agazapo, olfateo el aire, y le lanzo escalera abajo, las pupilas absolutamente dilatadas, sintiendome como un cazador, o tal vez como un niño en noche buena....



Me detendo a mitad de carrera, como clavado al piso, la respiracion se me queda unos escalones arriba. Las garras frias del miedo se apoderan de mi, de adentro hacia afuera, sacudiendome despacito, pero con violencia, haciendome perder el equilibrio. Mis miembros frios y tiesos evitan que caiga escalera abajo, a los pies del enmascarado que me mira sonriente desde el primer piso, enfundado en sombras. Su sonrisa es una mascara, su mirada es una mascara, su mueca macabra es una mascara, enmarcada por la negrura de sus vestimentas que se mesclan con la noche y la penumbra. Su mascara es una mascara en medio de las sombras, un punto blanco en la negrura y el silencio, al final de mi escalera, dentro de mi casa.
Me siento violado por su presencia, temo por ella. La imagino en sus manos, temblando desvalida, como hoja seca en otoño, desnuda y vulnerable, y algo dentro mio se revuelve. Mi terror se transforma en furia roja, la mas pura y limpia de las violencias, y con la fuerza del poseido, me abalanzo sobre el rugiendo.

- QUE LE HAS HECHO!!!

Lanzo zarpasos como bestia acorralada, buscando hambriento su sangre, pero es tan rapido como las sombras en la noche, tan ligero de pies que parece carecer de ellos. Es como si conociera mis movimientos de antemano. Sin gastar un jadeo, sin flaquear, sin duda en sus graciles gestos, se mantiene fuera de mi alcanze con elegancia felina, mientras murmulla con voz ronca bajo la mascara.
- Esperar que me reconocieras era esperar demasiado, mas aun asi tuve esperanzas- me clava esos ojos vacios y parece que la mueca macabra en su mascara se asentuara.
- Pero lo importante es que estas aqui, y ya no hay vuelta atras.

-DONDE ESTA, QUE LE HAS ECHO!!!
Salto y lo persigo, jurando que si lo atrapo lo hare pedazos, menos que pedazos. Pero juro en vano. Una y otra vez me elude, mientras me mira sonriente desde la blancura de su mascara. Sobre la mesa, tras el sofa, en el pasillo, siempre es un paso mas veloz, un musculo mas agil. Cojo un macetero y se lo aviento con furia.
Rie de manera macabra, con arrogancia y desden, mientras el macetero pasa atraves de el y se revienta contra el muro. Se me hiela la sangre, se me detiene el corazon, mientras lo pedazos del macetero rebotan contra el suelo, como en camara lenta, chirreando y desintegrandose con ecos frios.
- ¿Satisafecho?- Me observa erguido, mientras me desvanesco contra el muro, derritiendome de miedo. Es una sombra enmascarada, una pesadilla, un mal sueño, un fantasma. Parece una silueta, un humo, un monton de cosas extrañas y singularmente familiares. Su voz, su estampa, sus movimientos, me causan escalofrios, pues los he visto antes. A sabienda de mis dudas, se acerca a mi, mi aliento empaña su mascara sonriente. Puedo ver vagamente atraves de el y, sin embargo, parece tan real...
-No te preocupes por mi, pronto entenderas quien soy. Por ahora preocupate de donde estas, si es que "donde" puede ser la palabra adecuada...

Su voz ronca retumba dentro de mi cabeza. Le escucho a pesar del corazon latiendo fuerte en mis oidos. Todo el cuerpo me palpita, y de pronto me doy cuenta que tengo que respirar.
Se aleja de mi con gesto elegante, soberbio, siempre sonriendo en su inmaculado rostro blanco. En el inmenso silencio que amenasa con borrarme por completo, me apunta con un gesto hacia lo que aun me parece la puerta de mi baño. Observo lentamente, desesperadamente conciente de que estoy muy lejos de ver lo que me gustaria...

El agua se escapa por debajo de la puerta, con brillos fugacez cabalgando el liquido. Esta teñido de rojo, de un rojo carmesi porfundo, casi negro. Como humo nebuloso, danza dentro del agua cristalina. Desde el interior, un quejido lastimero que me aprieta el pecho. Me levanto instintivamente y me poso junto a la puerta. No quiero abrir, pero el enmascarado me insta a escuchar, pegando su oido a la puerta. El agua murmura malos augurios...

Sobre el agua roja, atraves de la puerta, el quejido se repite y se cuela en mi alma.

No es un animal herido...

..es una mujer sufriendo...

Temo lo peor al ver el rojo del agua mojar mis pies descalzos, la nuca herizada y la garganta echa un nudo. Siento un tiron en el estomago y abro la puerta, los ojos dolorosamente abiertos.

En la tina, bañada en su propia sangre, yace una mujer. El agua se rebalza llenando el piso del baño, tiñendo aqui y alla de esporadicas manchas rojas el blanco inmaculado de las baldosas. Ella me observa, los ojos girando enloquecidos en las orbitas, la piel desprendiendose en cascadas sanguinolientas sin fin. Al verme se queja lastimeramente, estira esperanzada una mano huesuda y retorcida hacia mi, envejecida por el agua, llena de apendices que no deberian estar alli.
Es como si su cuerpo se revolviera sobre si mismo, las articulaciones y los huesos bailando macabramente de un sitio a otro, haciendola mutar en imposibles formas de horrendo aspecto que tiñen su rostro de dolor. Sus pechos borbotean como si la piel le hirviera, cambiando de tamaño y reventando, para luego volver a hincharse y explotar. Tiene un brutal tajo en la boca del estomago, que se pierde bajo el agua y deja al descubierto sus interiores como animal de matadero. Sus piernas ( o lo que parecen sus piernas, pues a ratos son mas bien tentaculos o apendices) cuelgan fuera de la tina, como raices de un arbol heretico y hambriento.
Mis ojos se fijan en el cordon que nace del epicentro mismo de la sangre, su entrepierna sumergida por el agua, y que recorre todo el piso del baño como una serpiente, hacia mis pies, escalando hacia arriba, para terminar donde alguna vez estuvo mi ombligo. Con rostro retorcido me observa, mientras sujeta con ambas manos el cordon y comiensa a tirar lentamente de el, murmurando gorgeos obcenos.

- Por que me has abandonado. Me haces tanta falta mi amor. Vuelve a mi...
El cordon se tensa con un tiron descomunal. Trato de resisitir, pero resbalo sobre el agua rojisa. Empieza a arrastrarme hacia ella.

- Me siento tan vacia sin ti, vivo en una constante agonia. Vuelve a mi, seamos uno para siempre.
Trato de luchar, de aferrarme a algo, pero el volumen del agua a aumentado, inundando la habitacion, ahogandome. Manoteo deseperado, mientras el liquido, espeso y misteriosamente familiar, me envuelve, bañandome en su sangre. Puedo sentir en mi estomago como ella me llama, como me arrastra de vuelta a su nucleo, y aterrado compruebo que una parte de mi solo desea volver a ella para calmar su dolor, que es tambien el mio.

- Mientras sigas unido a ella, compartiras su dolor.
El enmascarado esta junto a mi, sonriendo pulcramente. Cerca, pero de alguna manera lejos de todos los sucesos. Se acerca aun mas y susurra a mi oido.
- Es un delicioso detalle que la tina no tenga cañerias, ¿no te parece? ¿Sabes que liquido es este?

Rie mientras trato de mantener mi cabeza en la superficie, pero me jala cada vez con mas fuerzas desde el estomago. Inspiro con deseperacion, no lo suficiente, temiendo que se la ultima vez, y me hundo irremediablemente. Bajo la superficcie puedo verlo, difuso, enmascarado y sonriente, como si supiera que el sabor del liquido me trae recuerdos prenatales.
Siento mi pie tocar el vientre de la mujer, su carne abierta es viscoza y tibia al tacto. Ahogandome bajo el liquido y la sangre, alcanzo a ver una membrana que sale de ella y comenza a envolverme despacido, mientras siento por dentro que me voy durmiendo, poco a poco entragandome a ella. Pronto mis dos pies estan dentro de ella, envueltos por la membrana, y a traves del ombligo puedo sentir su cuerpo convulsionarse como si fuera el mio, sus pechos hervir, su dolor profundo, esa hambre que la obliga a llamarme de vuelta, a empujarme hacia ella para calmar su dolor sin medir las consecuencias. Fundido con su profundidad puedo verla estirando su mano al cielo, clamando por la ayuda agena de un dios-padre ausente, de una diosa-madre seca y dura, de una divinidad creada de la esperanza y la ilusion, del auto engaño y de la mala educacion, distante e inexistente. Puedo verla como una niña desolada aferrada a un osito de felpa, en una habitacion triste, fria y silenciosa, arrasada por lagrimas de ausencias y engaños, quebrada por la una verdad macabra y venenosa de soledad y desarraigo, de silencio y muerte prematura. De miedo, de constante e implacable miedo.

Son dolores que comprendo profundamente, que he sentido mios toda la vida...

Mesclados en carne y sangre, en inspiraciones y suspiros, en danzas y silencios, tan cerca como se puede estar del otro sin volverse uno y lo mismo, puedo verla como la fuente de un dolor palpitante que llega a mi a traves del vinculo, el cual se extiende mas alla de ella, hacia las otras, anteriores e infinitas, que habitan en la memoria genetica y se pierden en la oscuridad de nuestros recuerdos misticos, que nos atan como humanidad a una sola raiz genealogica, una semilla sembrada en la oscuridad del abismo primigenio, anterior al tiempo y el espacio conocidos.
Tal vez ese sea el pecado original...

...En nuestra mutua debilidad, nos aferramos al vinculo, al unico vinculo...

Bajo las turbulencias viscozas, sanguinolientas y oscuras, algo despierta en mi. Algo limpio y puro, un deseo intenso, honesto y simple, como el deseo de respirar cuando estas bajo el agua. Mis rodillas estan atrapadas por su carne y aunque siento en mi piel el dolor que le causo, lucho por soltarme. Sobre la superficie, el enmascarado me tiende algo que no alcanzo a dicernir. Estiro mi mano que apenas sale a la superficie, y cojo una hoja acerada, fria y cortante. Me hiere la piel, pero aferro la redondeada y tibia empuñadura con toda mi fuerza, como si la vida se me fuera en ello. Mientras esgrimo el cuchillo en camara lenta, sumergido en el liquido amniotico y la sangre, viene a mi los recuerdos. Es una navaja de caza, que me obsequiaron unos vecinos en la playa, cuando era niño. Eran mucho mayores que yo, y me exigieron lo que para mi , en ese entonces, fueron grandes esfuerzos a cambio de ella. Al ver el regalo, mi madre se alarmo de sobremanera, intuyendo el peligro. Lo escondio por varios años y la odie por eso, dejando que juntara oxido en la hoja, haciendome creer que habia sido todo un sueño, y que yo no tenia el cuchillo que tanto me habia esforzado por merecer. Hasta el dia que lo encontre por casualidad, guardado entre sus cajones, varios años mas tarde, suficientemente maduro como para reclamar mi derecho sobre el arma sin poner en peligro nadie.

Es una estocada limpia y certera. Eficas, como un sicarios sin remordimentos. Como si le arrancaran el tapon, la habitacion comienza a vaciarse. Me entrego al remolino con los brazos abiertos, abrazando el vertigo que da la vida, agotado por el esfuerzo. Despues de unos cuantos giros, estoy en la tina, observando como los restos de ella se escapan por el caño. Un gemido agonico acompaña al ultimo de sus dedos crispados mientras desaparece tragado por la oscuridad. Del resto de cordon que aun cuelga de mi ombligo, sale un liquido viscozo y negro, que se demora un segundo, como aferrandose desperado, pero es rapidamente devorado por el caño, junto con ese dolor que siempre crei tan viceral e indisolublemente mio. Luego el cordon se seca, se desprende, y como una culebra herida, se arrastra por el caño, hacia la oscuridad.
Me siento apaleado, agotado, pero soprendentemente satisfecho. Salgo del baño esgrimiendo mi desnudez, internamente renovado, hacia un lugar que de seguro que no es mi casa.

- Lo han llamado de muchas formas, y se han llenado la boca hablando de el muchas veces - dice el enmascarado que me mira sonriente y enigmatico, mientras con un gesto me muestra un laberinto de pasillos y recovecos oscuros. -Pero pocos son lo que en verdad lo han visitado. La mayoria solo lo a visto con el rabillo de un ojo, y llenos de temor han mirado hacia otro lado. Prefieren los Salones del Recuerdo o los Jardines de los Deseos, lugares por lo demas, mucho mas acogedores, pero no menos peligrosos... Yo lo llamo el Desvan bajo la almohada, porque soñando es la forma mas efectiva de llegar aqui. Tambien se lo conoce como la Alcantarilla, porque aqui llegan todas esas cosas que prefeririamos desechar, pero de las cuales nunca nos podemos realmente deshacer. Pero los nombres no importan, son solo poeticas alegorias de algo que es mejor vivir en carne propia...

Da media vuelta y corriendo una gran telaraña, se adentra por un pasillo lugubre y oscuro, del que se escapan sombras amenasadoras danzando con alimañan innombrables. Miro sobre mi hombro, y noto que donde debia estar la escalera, solo hay un pasillo angosto y un muro liso, con una ventana en lo alto, muy alto, fuera de mi alcance. Por la ventana puedo ver lo que parecen ser las sabanas de mi cama, la almohada y algo como una cabeza inmovil y chascona, todo enmarcado por la luz de la luna llena que se cuela por entre las cortinas invisibles.

- ¿Estoy soñando?- pregunto, enmascarando mi perplejidad en vano.

- Algo asi- responde el enmascarado, sin mirar atras o alterar su paso -Pero tampoco es importante. Lo unico que importa es que estas aqui, no hay vuelta atras, y que lo quieras o no, yo sere tu guia...

Se voltea un momento observandome fugazmente por sobre su hombro izquierdo. En la oscuridad circundante solo puedo ver la mascara sonriendo felinamente un instante, antes de fundirse con la penumbra. Rodeado de silencio, lo sigo, sumergiendome en la oscuridad, el vientre lleno de miedo.

-No te preocupes por el miedo-me dice, invisible- te mantendra alerta...


Cruzo el umbral negro y me encuentro de pronto en mi habitacion, de pie junto a la puerta. Sobre mi cama me veo dormir inquieto. La luna llena se cuela coqueta por entre las cortinas, la ciudad comienza a balbucear a lo lejos, despertando. El viento tibio de las noches de principios de verano recorre la habitacion, colandose en los recovecos, bajo el desorden, en los rincones y las esquinas. No hay ropa femenina por ningun lado.
Sobre la cama me remuevo y de pronto, levantando la vista, desde la cama, me miro hacia la puerta, directamente a los ojos...

...La realidad parece tensarse mientras me observo desde dos puntos de vista al mismo tiempo...

Chascon, somnoliento, incauto y soprendido, puedo ver desde la cama a un enmascarado vestido de negro, que me sonrie, con su inmaculado rostro blanco, de pie, en la puerta de mi habitacion. Escucho una voz, ronca y profunda que dice:
-Buenas noches, dulces sueños...

No se con certeza quien se lo dice a quien.


De un suspiro abro los ojos. Me quedo absolutamente quieto por un instante. Tengo escalofrios por todo el cuerpo, a pesar del viento tibio de las noches de verano, que se cuela y explora toda mi habitacion. La luna llena me observa fijamente desde la ventana, escondiendose coquetamente de ves en cuando tras mis cortinas. Nisiquera el comprobar que en la puerta de mi habitacion no hay nadie me quita el vertigo. Sentado en la cama, abrazo mis rodillas, mientras escucho a la ciudad balbuceante atentamente, esperando encontrar, tal vez, una respuesta.
Temo saber quien es el que nos ve y rie, cuando nadie nos mira...

- Mierdamierdamierda, necesito echarme un polvo...

lunes, octubre 29, 2007

Weird Tales: Mascaras, sueños y serpientes

La noche es tibia, como su piel. Su cabello perfumado baña su espalda. Nuestros cuerpos huelen a sexo, y mientras la abrazo me regocijo en su respiracion, en su silencio, en su fragancia (suave y levemente dulzona), en su presencia. Sobre todo en su presencia.
La ventana abierta trae el canto de la ciudad, lejano, bulleante. La briza nocturna mueve mis cortinas, que bailan despacito, mesclandoze con las sombras. Afuera la luna creciente brilla
sonriente, y los arboles le susurran una bienvenida.
Es una escena perfecta. la contemplo en silencio y me siento pleno.

Olfateo la piel de mi compañera, quien se remueve al sentirme despierto. La abrazo con fuerza, con deseos de nunca soltarme o dejarla ir. Ella gime despacito y se gira entre mis brazos, regalandome una enorme sonrisa somnolienta. Me abraza por la cintura y se pega con fuerza a mi, entrelazando sus piernas con las mias. Su desnudes me excita, me enciende. Nos besamos, suave y profundamente, y nada me importa excepto sus labios, su cuerpo, su calidez, su presencia, y esa honda sensacion creciente que entibia mi pecho. Es un beso largo, tierno y sincero, como el de dos viejos que se han amado toda la vida y aun se siguen amando.
Por primera vez en mucho, mucho tiempo, me siento pleno.

Entonces, en ese silencio que sigue al plenitud, lo siento...
Un respingo.
Muy adentro, muy profundo, siento un respingo. Algo me llama. Siento un susurro en la nuca, como un siseo, y de un salto salgo de la cama.

-¿ Que sucede?- pregunta ella con el bello rostro lleno de sorpresa.
-Tengo que escribir- mascullo mientras manoteo a oscuras en busca de papel y lapiz.
-¿Estas bien?- pregunta con preocupacion maternal mientras enciende la luz.
-Perfecto, nunca he estado mejor- se me llena el pecho de ternura al verla arrugarse encandilada por la luz repentina.
Como un cazador hambriento, cojo la pequeña libreta verde, que tirita levemente, desprovista del abrigo de la oscurida. Con un zarpaso me hago del boligrazo y lo esgrimo cual carnicero, dispuesto a desgarrar las paginas vacias.
Me mira preocupada. Me acerco, le beso la nariz y le regalo una caricia.
- Entiende que eres mi musa. Tu me inspiras. Dame un segundo, en seguida vuelvo a la cama.
Sonrie enamorada y satisfecha, me besa y se entierra bajo las sabanas.
- No tardes, que ya te echo de menos.

Desfigurado de inspiracion y locura, cojo libreta y boligrafo, y con gesto solemne, me dispongo a escribir......

......y de pronto la blancura de la pagina me parece absoluta e inconmensurable. Seria casi un crime tachar tal inmaculada belleza virginal, por decirlo de una manera poeticamente sarcastica...

Duda y silencio.
Silencio y duda.

Un murmullo molesto susurra desde un rincon de mi mente.
¿Donde esta el respingo?

Contemplo la habitacion suavemente iluminada, la cortina bailarina, mi compañera perfumada bajo las sabanas. Escucho el canto de la ciudad, el susurro de los arboles a la luna, la respiracion ritmica de mi compañera. Es una escena perfecta, casi onirica...
Ella esta alli y con eso basta.

Escribo:
" Si la vida es sueño
y los sueños, sueños son
dejame por siempre dormir entre tus brazos.
Estamos en un baile de mascaras del que no podemos escapar
¿Es tu rostro una mascara o un sueño?
Solo tengo mi mascara , un sueño
solo sueño mi mascara
Baila conmigo
en los sueños, la macascara es el rostro que no podemos ocultar.

Usa tu mascara, suave antifas, perfumado con ilusiones y deseos
Dejame saber que al menos uno de ellos es mio
Es un baile de mascaras, un juego
Y los dos somos el sueño, el uno del otro.

Sueños dentro de sueños, mascaras sobre mascaras
sin mascaras y sin sueños, el baile estaria vacio..."

Leo, releo, y sonrio. Hace sentido. La oscuridad asiente ¿...no habia una luz?

"...Mascaras de sueños, sueños de mascaras
Sueño una mascara soñada y somnolienta
Los sueños son como las serpientes, que raspan sus escamas
como yo mis mascaras

No hay desnudes que valga frente a Morfeo
rey de las mascaras y los sueños
Somos una mascara desnuda
un sueño enmascarado
Mascara de una serpiente sin piel que sueña escamas

Morfeo baila con una serpiente
y se saca la mascara bajo la cual
hay escamas
La serpeinte enrollada en si misma
se mira a los ojos y piensa
Uy, mi lengua es bifida..."

Leo, releo, y me hace sentido. Las cortinas asienten. Sopla una briza fresca entre los arboles, tambien asiente...espera, ¿hace sentido? ¿y la luz...y este bosque...!?

" ...La serpeinte se enrolla en su mascara escamosa
llena de escamas somnolientas
llena de escamas somnolientas
soñadoras, soñadas y es camosas
como la sepiente que se en rolla

Y Morfeo y su mascara
y la enrolladura de la serpiente
que enrollada, se mira las es camas
es camosas y somnolientas
Es camas es camosas
serpientes es camosas y enrolladas
Morfeo tiene lengua bifida
y yo es camas en la lengua..."

Leo, releo, y sonrio. Me gustan las es camas. El bosque asiente. ¿donde esta la luz?

"...Tu y yO y la seRpiente y mOrfeO
y Las es camas sonmoliEntas
que bosTezAn
y se rIen con la lista
del super mercado
super es camoso
JajAjaJa

Me riO y se me derriten las cAlugas
del super mercado Es
Camoso
cOmo osO
perEzosO
y libidi nOso
cOmo YoguI que era
pedOfilo

pObre Bubu nO
tenia Es
Camas en El
pOto..."

Leo y releo. Sonrio y las serpientes asienten desde los arboles, bifeando con sus lenguas.
-Mira como rimas, que elegancia- me dice una de ellas
- Lo se, soy un poeta- sonrio al cielo, la luna llena me mira enmarcada en un cielo rojo. Le saco la lengua ¿y la luz? se la llevaron las serpientes...¿por que me siento de pronto tan ajeno?
Desde la copa de un arbol me observo sentado junto a la cama. Paresco dubitativo, como si algo me faltara. ¿alla...y aca? Me meto a la cama y olfate el pelo de mi compañera. mi/su/nuestra??? Se remueve y despierta.
- ¿Terminaste?- pregunta coquetona, mientras bajo por su espalda olfateando
-No...
-¿Que haces?- risitas.
-Busco lo que me falta...

De un salto estoy sobre ella y la beso, y las serpeintes en los arboles lo celebran sacando la lengua. Yo tambien la saco desde mi arbol, zarandeando la cola con mi cascabel. La luna se acerca y los arboles la saludan con una reverencia. No alcanzo a ver que sucede en la cama, nos hemos escondido bajo las sabanas. Seguro algo divertido, pues escucho risitas y susurros, y algo que se remueve y gira bajo las mantas.
Desde el arbol puedo sentir su olor, sus besos, sus manos recorriendo mi cuerpo alla en la cama, y deseo tener brazos desde aqui, en el arbol, para poder abrazarla. Puedo sentir como me roza con su cuerpo, como se entibia su piel, como se va abriendo despacito para mi, paulatinamente. Sus pezones se endurecen, su respiracion se agita, y me apreta contra ella con lo ojos cerrados, mordiendome, envolviendome con sus piernas, tragando mi respiracion. Siento su cuerpo bajo mis manos, alla, en la cama, sus senos suaves y perfumados, sus piernas que tiemblan cuando las acarico completas, y se estremecen cuando me detendo ahi en ese lugar humedo donde se juntan, donde todo su ser confluye, como las serpeintes confluyen en el bosque, y la luna y Morfeo sobre ella, que mira y se asoma para vernos arder en pasion, como yo me asomo desde los arboles, sacando mi lengua bifida y meneando mi cascabel. Maldigo no tener manos desde el arbol, maldigo ser solo un cuerpo largo , sinuoso y escamoso, y me deslizo hacia la cama, reptando, la lengua bailando exitada con el olor de su sexo. Quiero probarla, y como hombre, recorro su vientre hacia su entrepierna, mordiendola despacio. Ella jadea y me pide que no me detenga, y las serpientes y la luna y morfeo se alzan en sus asientos, mientras como serpiente me deslizo dentro de la cama, y me enrrosco alrededor de mi propia pierna...

Siento un respingo (el mismo respingo), y salto de la cama.
-¿Q-que haces, donde vas?- pregunta entre un jadeo y un suspiro de fustracion.
-Encontre lo que buscaba, espera...
Cojo la libreta, verde como las escamas, y el boligrafo con un cascabel en la cola. Poseido escribo:

"...Tus escamas cubren mi rOstro
ensueñO de serpiente y mascara
MOrfeO y la luna y el huecO en mi nuca
y las ventanas detras de mis ojOs
que muestran mas alla del sUeño
donde un hOmbre duerme en su cama
y sueña con Serpientes, mascaras y sueñOs."

Lo leo y me siento satisfecho. La luna, Morfeo y las serpientes aplauden. Hago una reverencia. todo tiene sentido...
...no tiene sentido, no tiene sentido. ¿¿¿COMO PUEDO ESCRIBIR EN LA OSCURIDAD??? me siento tan ajeno...

Desde lejos, muy lejos, observo como vuelvo a la cama. Mi comnpañera, una gran serpiente con los colores del arcoiris, enroscada sobre si misma, me llama con la mirada.
- Tomame, soy tuya.
Me meto a la cama, me saco la mascara y ella me envuelve con su cuerpo. Tomo su cabeza entre mis manos y de un mordisco, la devoro...

...sus escaman saben a tela, y su cuerpo se siente tan suave y tan liviano, parece de seda...

Doy un respingo, la almohada cae de mi boca y las sabanas se aremolina alrededor mio. Lucho por desembarazarme de ellas y de un salto me pongo de pie, asomandome por la ventana. El amanecer se acerca timidamente, los arboles susurran con la fresca briza primaveral. Observo la ciudad silenciosa mientras doy un par de grandes bocanadas. Las manos me tiemblan
-Maldita primavera solitaria, y la puta calentura lisergica que me pario...

No quiero dormir. No quiero entrar a la cama y sentir la ausencia de un dulce cuerpo, de una tibia silueta, salida de mis rincones oscuros, de mis ausencias. Refunfuñando me meto a la ducha, y mientras me mojo la cara, siento con estupefaccion que algo me observa y se burla. Tal ves desde las manzardas, o los subterraneos de mi mente, o tal vez del cielo, donde la luna menguante, antes de desaparecer en el amanecido horizonte, parece sonreir y soltar una risita...

miércoles, octubre 17, 2007

Weird Tales: Circulos Concentricos

-Es como una briza sacudiendo las copas de los arboles- me dijo. Tiene su mano levantada al cielo, el cabello largo al viento. Yo la observo cuan largo soy desnudo sobre la hierba. Su eterea figura se recorta contra el azul del cielo otoñal.
-Es como una briza, que nace de adentro, y crece y crece hasta salirte por los ojos- lleva las dos manos al cielo en un acto magnanimo y comienza a bailar. Parece que el atardecer se detiene para observarla.
-¡Mira, mira como me lleva!- comienza a correr dando saltos, poseida por una musica que susurra desde dentro, al compaz de sus movimientos, de mis latidos.
-Es el principio y el final, lo sientes dentro de ti?- me toma de las manos y me pongo de pie, liviano como una hoja. La briza mueve los arboles, los pastizales altos, susurra atraves de su cabello. Su cuerpo es como una espiga. Sus ojos, grises y brillantes. Sonrie, y parece deshacerse en su baile.
- La hierba, la luna, el cielo, las mareas, tu y yo. Es una sola danza- toma mis manos, la aferro y damos vueltas, haciendo circulos, como el dia y la noche, como las estaciones, como la sangre dentro del cuerpo. Corremos sobre la hierba y la noche viene a nuestro encuentro. Las primeras estrellas miran nuestra desnudes y sonrien.
- Tu y yo, no hay un limite, no hay una verdadera diferencia.- sus ojos son negros y profundos, como la noche. Sus facciones, secas y asexuadas, me dan paz. El cabello gris se mueve con fuerza al viento y parece mas vieja, tan vieja como la tierra, como el tiempo, como la muerte. Como esta musica de que pronto nos envuelve y sin embargo, parece haber estado siempre alli.
- Es una danza, un principio y un fin sin distincion. Aunque quisieras, no podrias dejarla- somos un circulo de danzas sobre la hierba, y los ojos que habitan en la noche salen a observarnos. La musica crece y somos un circulo bajo las estrellas y en medio del tiempo, sobre la hierba, atados a la tierra por nuestros pies livianos. Giramos cada vez mas rapido, soltarla me sacaria de orbita.
- La unica libertad esta en bailar a conciencia, hasta que la muerte nos de el ultimo compaz. No temas- al velocidad se vuelve vertiginosa, enrollandonos en la musica como lana recien hilvanada, creciendo y creciendo sin fin, y la noche se mescla con la hierba y la briza y su cabello y mi silencio y la danza, que ritmicamente nos envuelve , centrifugamente, suave y salvajemente. Las estrellas, la luna, sus ojos negros y su cuerpo palido, su rostro viejo y joven, y mis manos que apretan cada vez con mas fuerza y sin embargo se escurren de las suyas como arena, mientras ella sonrie y gira en circulos eternamente.

Siento una sacudida y la pierdo. Siento vertico, como si viniera cayendo de muy alto y de pronto notara que estoy cayendo...


...pego un salto sobre la cama.
Las sabanas estan revueltas y meslcadas, la ventana abierta de par en par, y la luna llena de primavera me observa rubicunda. El viento mueve las cortinas y toca mi piel desnuda, la oscuridad y la noche susurran y se amontonan el los rincones del cuarto.
- Carajo-maldigo en voz alta, para ayudar a la realidad a cobrar consistencia - la primavera solitaria me tiene con sueños lisergicos...
suspiro un par de veces y escondo mi estupor a ese desconocido invisible y silencioso, que siempre nos observa en esos momentos extraños, que negamos con fervor pero que sabemos con esa certeza de detras de la nuca que esta alli, como tantas otras cosas...
Me envuelvo en las mantas y me hago un ovillo. La luna suelta una risita suave y me canta un arrullo que pronto me adormece...

Mienteme Cassandra.


Cassandra le mintio a Apolo, el dios de la verdad. Hija de reyes y maldita con el don de la profesía... Ella puede ver toda la verdad, pero nadie le creerá nunca.

Puedes con la verdad?

- Ves la decadencia a la que voy? - Le preguntan.

- La tienes enfrente. - Responde Cassandra cansada.

Una patada en las costillas hace que con un gemido apagado se retuerza en el suelo de piedra.

- No te creo nada bruja, quieres que te tenga miedo.

Cassandra no responde sabe que cualquier cosa que diga le llevará al mismo camino, el mismo que puede ver ahora, el mismo con el que ha soñado tantas veces.

El guerrero la toma por la cintura y la pone sobre la mesa. No hay nadie mas en el templo de Atenea, y Ajax el segundo sabe que ahora la hija del Rey ha sido abandonada por todos, incluso los dioses.

- Nadie te va a echar de menos. - Dijo metiendo su mano por su tunica.

Con una mano sujetando su espada contra el pecho de la mujer que sollozaba y gemía al ver su propia sangre manchar sus huellas sobre la mesa de madera mientras era penetrada por su capturador.

- ¿Y ahora porque sonrries perra?

- ... te estoy viendo morir, enterrado hasta el cuello...

El fuerte guerrero, le propinó un golpe en el estomago tan fuerte que temblaron los muros del aposento.

Cassandra en un hilo de voz, susurra una palabra.

- Perra Mentirosa! Los dioses te han abandonado, tu pueblo yace ensangrantado en las calles de tu Troya en llamas, y nadie te tiene ni un poco de lástima. ¿Quien me va a castigar a mi entonces?

Ajax Segundo esta vez violó con ira a la mujer que sin fuerzas que veia por don de los dioses que aunque ella lo deseara con todas sus fuerzas, no se le daría la muerte en aquel lugar.

Cassandra con un último esfuerzo declara todavía con su cabeza forzada contra la mesa por un brazo implacable.

- Lo veo - dice sonrriendo - son los niños de tu propio pueblo los que te dan muerte, tirando piedras.-


Continnuara...

jueves, octubre 11, 2007

Elixir

La noche alimenta la melancolía como el sol a las flores y, si no estamos durmiendo o amando, podríamos estar en un bar escuchando las historias difícilmente creíbles de sujetos que dicen, por ejemplo, haberse encontrado con una bruja capaz de elaborar un filtro de amor. Los ebrios, aquellos sujetos encargados de amortiguar con sus cuerpos las energías caóticas de la tierra en vaivenes continuos y en apariencia errantes, pueden narrarte fabulosos cuentos si logran atrapar tu atención en aquellas noches de debilidad emocional e intelectual. Los ebrios te atrapan con su lenguaje a veces indescifrable, proveniente de los murmullos tectónicos, si descubren con su mirada vidriosa ese quiebre de voluntad producido por el polen melancólico bullente en el pecho. Al principio te prueban diciendo estupideces y uno, al escucharlos, libera por las orejas el polen que sólo ellos pueden ver y que es signo inequívoco de aletargamiento melancólico, de forzosa empatía con los desgraciados, que ellos aprovechan para largarte su historia épica, su drama insoluble, su intricada teleserie de dramas genéticos y su angustiante y a veces compartida profecía de soledad.

Uno de estos infestos productos de la mezcla de destilados con humanidad me pilló una vez taciturno y comenzó a contarme de cómo en una casa de masajes le habían ofrecido solucionar sus problemas amorosos con un ungüento mágico. Según su historia, una semidesnuda masajista cantonesa, de senos "desencantados", después de encremarle el cuerpo de pies a cabeza y cuando se disponía a comenzar con el servicio por el que se había pagado, le comentó con oriental acento que su patrona lo estaba notando algo triste y le pedía que, terminado el masaje, pasara por su oficina pues le tenía un producto que no podría rechazar. Mi nuevo amigo, que según recuerdo se llamaba Reynaldo, no imaginó que aquella invitación cambiaría para siempre el curso de su miserable vida.

Muchas de las cosas importantes que nos ocurren desde que nacemos hasta que dejamos de tener sexo vienen disfrazadas de cosas pequeñas: Un simple viaje por la carretera puede significar la muerte de los que más quieres; Un correo electrónico de menos de un kilobyte puede anunciar el éxito o rechazo de una beca; Un número en un juego de azar te puede volver millonario; Un "sí" de esos labios tan deseables puede atraparte por toda la eternidad en la monogamia. Reynaldo saldría de aquella sala de masajes, subiría por las escaleras hacia la oficina de la "patrona", tocaría la puerta, entraría, desearía esas piernas acariciadas por medias oscuras a pesar de haber perdido ya todo su vigor sexual del día con Mei Lai, se sentaría en la mesa, escucharía un breve discurso, respondería afirmativamente una pregunta de barata vendedora y el destino, esa insistente tendencia del tiempo de hacernos notar que no somos dueños de nuestra vida, dejaría de "patear y cagar" su mediocre paso por el mundo, y lo botaría desnudo a la calle, tocando el timbre de la casa de la madre de sus hijos. Ella se asomó por la puerta entreabierta:
- Ya te olvidé, Reynaldo -dijo- ahora tengo a otro que no anda desnudo y borracho por la calle tocando timbres

"Te vestirás sólo con esta crema. La conquistarás con lo que ella vea, pero si no le hablas....si no le hablas no pasará nada. No tengas miedo. Con esto tu lengua tendrá poder"

- Mujer -respondió Reynaldo tiritando de frío- nuestra sangre corre junta por venas jóvenes. Mi semilla navega con la tuya, palpitan juntas, devoran juntas el tiempo que es suyo y lo será siempre. En nuestros hijos nuestra semillas seguirán juntas, unidas en nuestra descendencia hasta que el universo se caiga sobre si mismo y todas las semillas se mezclen y sean úna..
- ¿Qué te pasa Reynaldo? Me tengo que entrar, ya terminaron las noticas y van a dar MeaCulpa -interrumpió
- Pero es que existe un instante de tiempo en el cosmos, una parte infinitamente pequeña del tiempo, que equivale al siglo de nuestras vidas, en la que nosotros no nos encontramos y hablamos distantes, yo desnudo a un lado de la reja y tú escuchándome sólo con la oreja izquierda, y no estamos juntos siendo que el futuro entero del universo nos une en vigorosos corazones que aún no laten...
- Yo ya no te quiero, borracho de mierda -dijo la mujer antes de cerrar furiosa con un portazo.

Un frasquito de plástico relleno con crema rosada por apenas dos mil pesos chilenos fue el intercambio económico que se efectuó en la oficina administrativa de la sala de masajes. No fue el único intercambio que hubo. La jefa emitió variados sonidos que Reynaldo no quiso interpretar, pues estaba más interesado en las piernas cruzadas y el escote moreno de la cuarentona, que revelaba una rayita entre los abultados senos, por lo que el pago de esa pequeña suma fue más bien un acto de simpatía, un acto para quedar bien o, seamos más sinceros, un pago por adelantado de una visita futura, de una sonrisa futura y de una visión futura de piernas cruzadas y rayita en el escote. Para Reynaldo el frasco con la loción rosada fue un producto adicional de la transacción, tan insólito como una calcomanía de BobEsponja en las papas fritas. Pero una fuerza extraña lo había impulsado a seguir aquellas palabras, desnudarse, embetunarse de crema rosada y acercarse a la casa por el antejardín, tocar el timbre y vomitar ese ácido que le corría la médula espinal.

-Reynaldo -dije al final de su relato- me has engañado. He escuchado tu historia de manera atenta y respetuosa pero me siento defraudado pues, en un principio, me dijiste que lo que me ibas a contar había cambiado tu vida. Ahora, al verte borracho en un bar contándole tu historia a un desconocido, veo que era sólo un gancho para que pusiera mayor atención a tu cuento-

Reynaldo se quedó mirándome con sus ojos siempre vidriosos. En alguna respuesta pensaba. Movía la boca como si mascara la respuesta escrita en una hoja de tabaco. No me quedé a esperarlo. Pagué mi cuenta y salí.

lunes, octubre 08, 2007

La dulce verdad.

No hay nada que yo quiera fuera de mi alma y ningún vacío por rellenar.



Lejos de nosotros existe la perfección,

donde hay felicidad y belleza para todos.

Ya sean en Moksha, Nirvana,

Jannah, Valhalla, Goloka o los campos Elíseos.

Pero como los placeres mortales y efímeros

De la tierra maldita en la que vivimos

dudo que haya algo mejor en otro sitio.




Por eso me encanta este blog.

lunes, septiembre 24, 2007

Modo y Koma (Oscilación)


- Hora 0

A Koma le parecía imposible que se hubiera revelado con esa vacía facilidad... Volvió a encender su cigarrillo de hierbas, que había quedado a medio fumar desde anoche y se sento en la penumbra contemplando el suelo.
Saliendo del baño, vestido y duchado Modo le dirige una mirada quemante a Koma que ella no percibe. O sí? Abre la puerta y se detiene, delineandose por la brusca luz del pasillo. Koma puede oír un suspiro de tristeza, o quiza de alivio, pero no se atreve a especular.

-43 minutos.

En unión y con desesperación las uñas rasgan los límites del mundo que los confína, pasan por las dos cabezas las mismas escenas que se ahogan en sentidos. Las formas comienzan a perder atributos al verse enfrentados al tsunami de emociones y sensaciones.

-24 minutos.

Los dos se miran con un solo ojo, quiza sin las ganas para articular el otro. - Hey, tengo un juego nuevo, ¿quieres jugar? Dijo modo rompiendo el momento. - No.
- Te va a gustar.
- ¿Como lo sabes?
- Porque te quiero.

-19 minutos.

En la misma habitacion, en la misma cama.
- Te dije que te iba a gustar.
- Eres un pervertido. ¿Como se te ocurren esas cosas?
Modo cierra los ojos como buscando la manera de decirlo... Luego los abre y la claridad en su mirada dice que no encuentra la manera.
Koma ante sus propias dudas le declara:
- Tu confundes el sexo con todo.

-8 minutos.

En las cabezas de ambos suceden cosas extrañas ahora, sobre fantasías cumplidas en el caso de Modo, y en el caso de Koma sobre la veracidad de lo que afirma Modo.
- Aveces es mejor dejar que las fantasías sigan siendo solo fantasías. Dijo Modo con aire soñoliento. - Como un día que uno espera ver llegar, pero una vez pasado ya no tiene ninguna importancia.
- ¿Eso significa que a ti no te gustó el juego?
- Eso significa que he descubierto lo que significas para mi.
- Y eso lo descubres en la cama conmigo con tus sucios jueguitos... Aveces pienso que no tienes corazón.

-4 minutos.

Modo se levanta de la cama y se dirige al baño diciendo calmadamente.
- Solo digo que atravez de mis juegos te...
Koma le puso un silencio entre los labios.
- Shhhh...

domingo, septiembre 02, 2007

Monstruos en la cama

-¡¿qué mierda fue eso?! - preguntó Ariel mientras se arrinconaba espantado en la cabecera de la cama después de haber sentido en la planta del pie un roce frío y húmedo. Su ocasional compañera de cama, Sofia, una española que daba la vuelta al mundo argumentando que le gustaba mucho viajar, pero que en realidad escapaba de sí misma o de un ex-novio o cualquier otra molesta punta metálica que la amenazaba constantemente en la espalda, repitió lo que ya le había advertido desde antes pero que Ariel, ya sea por necesidad de sexo, amor o sensata incredulidad, había dejado pasar.

Ariel, ahora evidentemente asustado, propuso resolver la situación sin dilaciones. Salió de la pieza y trajo de la cocina un afilado cuchillo, héroe de otras epopeyas no menos memorables, y le ordenó a Sofia, quien insistía en la inutilidad de aquellas acciones, bajarse de la cama y prepararse para arrancar las sábanas sorpresivamente. En la mente de Ariel, Sofia sacaba de un tirón todos esos géneros blancos destinados a cobijar sueños mientras él, ágilmente, asestaba punzante herida a la escamosa criatura, que se retorcería mientras su sangre reaccionaba químicamente con el vacío, absorviendo energía vital, pero liberando muerte y verdad.

La realidad (o debo decir la historia) fue completamente diferente a lo que ocurría en las fantasías de Ariel. A la cuenta de tres, Sofia retiró con fuerza las azules sábanas del lecho, descubriendo al aire aquella ordinaria e inocua imagen de una simple cama sin sábanas bajo la tenue luz de la alborada. Ariel, doblemente incrédulo, revolvió y batió la habitación entera en busca de aquella criatura que había sentido con la planta de su pie.

Sin poder encontrar a la bestia y tranquilizándose un poco, los fortuitos amantes reconstruyeron el lecho sobreponiendo sábanas y frazadas de la misma manera como lo hubiese hecho casi cualquier pareja humana de la tierra. Volvieron a acostarse, conversaron un rato sobre la fiesta que los había reunido (y del ario extranjero que con ebria retórica criticaba la incapacidad chilena de oponerse frente a los monstruos trasnacionales para conservar la cultura ancestral indígena) y también, por supuesto, volvieron a intentar acariciarse y hacer el amor.

En medio del acto sexual, aquella faena inútil donde dos afanados seres buscan cubrir vacíos espirituales con genitalidad, Ariel volvió a sentir aquella paradoja fría y reptante, esta vez, rodéandole la pantorrilla izquierda. Estremecido, Ariel volvió a la esquina del acolchado cuadrilátero y le pidió a la mujer desnuda y sudada de la otra esquina, Sofia, que le contase todo lo que sabía de aquel monstruo.

Sofia, muy paciente con los hombres, volvió a contarle su historia con aquel engendro: -Viajes por el áfrica, largos meses en campamentos inmundos, largas caminatas. En la vida agreste nos volvemos más sensibles a lo que ocurre fuera de nosotros pero insensible a lo que ocurre dentro -decía- El movimiento del sol y las estrellas pasan a formar parte de nuestras vidas y empezamos a olvidar muchas de nuestras absurdas necesidades. En cierto momento, la vida agreste nos obliga a no poner atención a cosas pequeñas como las picadas de insecto, golpes pequeños o amores menudos. En esa vida lo importante son los astros, la tierra, el león, el alimento, el agua, los huevos, la vida, la muerte y el ciclo menstrual. Así - siguió relatando Sofia- con esa despreocupación de lo que ocurre con uno, un día, cuando en una caminata yo atravesaba unos arbustos, la criatura entró a mi bota sigilosamente, como lo hace una duda a la mente en la sobremesa de un almuerzo, y no pude hacer nada. Después, en el campamento -continuó- nunca me sacaba las botas para dormir y la criatura, por tanto, vivió meses dentro, alimentándose de mi sal y mi sudor, haciéndose cada vez más fuerte y poderosa.

Me fui dando cuenta paulatinamente de su existencia. A veces, alguno que otro amante advertía con desconfianza su presencia, pero cualquier intento de búsqueda resultaba inútil. Un día, en el baño de un hotelucho en algún pueblo de argentina, a varios años de África, ella se mostró por primera vez. Al principio la noté de reojo en el reflejo del espejo. Después, lentamente fui moviendo la vista hasta cazarla entera. La criatura era enorme y sobrepasaba por metros todo lo que yo habría llegado a acumular de autoestima en mi vida. En ningún momento sentí miedo pues me sentía, de alguna manera, madre de aquella bestia. Compartimos la misma sangre, creo. -dijo.

Sofia le recordó al hombre que compartía su lecho que no debía impresionarse con aquella historia pues ya se la había contado. Estaba advertido.

domingo, agosto 26, 2007

luz y sombra (final)

...Con un gesto soberano, la mujer paseo su mirada entre la gente, haciendolos callar. Finalmente poso su mirada sobre la mia, haciendome temblar. Esas facciones perfectas, esa actitud sensual y misteriosa, mesclada con sabiduria profana y un leve toque maternal, despertaron en mi lo que ninguna mujer habia despertado en mucho tiempo. La desee con locura, y tal fue la fuerza de mi pasion que senti temor de ella, de esa mujer menuda y atletica, de piel morena y mirada penetrante, que me sonreia como sabiendo que yo la deseaba, disfrutandolo. Senti miedo, senti panico de desearla asi, sin poder pensar en otra cosa, sin querer otra cosa mas que sumergirme en sus brazos y morir. Trate de mirar alrededor en busca de una salida, pero me vi atrapado por sus ojos, como una mosca en la telaraña. Fijamente perdido en su mirada, en esos ojos que parecian verdes y ambar, y mucho mas que no quise ver, me parecio que sus cabellos se encendian y que ella se elevaba, pareciendo envuelta en llamaradas portando armas en cada uno de sus multiples brazos...
Levanto la vista y miro hacia el frente, sonriendo y la gente se acomodo en silencio. Aturdido y perturbado, mire a mi alrededor buscando la salida, mientras maldecia por lo bajo las hierbas, el humo y los aromas dulzones del lugar. Rompiendo con elegancia el suntuoso silencio del lugar, ella comenzo a hablar en pali, y nuevamente me senti atrapado, esta vez por su sedosa voz. Mi compañera se inclino hacia mi y comenzo a traducir.

"La luz y la sombra son amantes. Los mas sublimes amantes. Nunca estamos seguros de donde se tocan. Eso significa que su roce es sutil, delicado, elegante y al mismo tiempo intenso.
Lo mas importante es que es intenso. Porque al tocarse, ambos se deshacen. El roce del uno con el otro los desintegra, los destruye como individuos. En ese punto ya no hay luz o sombra, ni luz ni sombra. Honestamente no sabriamos que decir sobre ese momento. Es misterio y magia. Intensidad.
¿Hay algo mas intenso que la muerte?
La vida se nos llena y cobra sentido cuando en nuestro camino divisamos la tumba.

Los amantes que comparten un lecho intenso tiene el mas divino de los goces.
¿Cuantas relaciones solo existen debido a la intensida del sexo?
Y por mucho que lo demas sea bueno, ¿que relacion dura si no hay buen sexo?

La luz y la sombra son amantes intensos, y sin embargo uds, en vuestras tierras y en vuestro tiempo, se han esforzado en creerlos enemigos. ¿Acaso hay una caricia mas suave y milagrosa que la que se hacen el dia y la noche al atardecer?
Hombres y mujeres somos como luz y sombra. Y como tales, debemos aprender a tocarnos de la manera adecuada. Porque es cierto que la sombra puede absorver a la luz, y asi mismo, la luz desintegrar la oscuridad. Pero aquello es un nefasto sinsentido, porque ¿ que seria de la luz sin una oscuridad que iluminar? ¿Que significado y sentido tendria su existencia? ¿Que seria de la oscuridad sin una luz que contener? ¿Como podria verse a si misma la oscuridad si no hubiera luz?

Algo tan simple y animal como el sexo, puede enseñarnos lo que la mas alta ciencia y filosofia no a podido; a vivir en armonia los unos con los otros. Pero para lograr aquello , primero debemos ser capacez de armonizar nuestra propia luz y sombra."

Lentamente las luces fueron bajando, hasta sumir la habitacion en una suave penumbra.
"Sean luz, sean sombra"
Senti la suave caricia de mi compañera, que herizo mi piel. Comense a escuchar cuerpos remorverse sobre las alfombras, murmullos de telas, suaves gemidos. Las manos de mi compañera comenzaron a recorrerme, hambrientas. Trate de observar a la mujer en el trono, pero la habitacion habia sido devorada por las sombras. Mi compañera estaba sobre mi, besando mi cuello, abriendo mi ropa, investigando mi cuerpo. Los murmullos y gemidos crecian como fuego en un pajar, aumentando hasta el peligroso punto de ebullicion. La oscuridad me traia sus ojos, me traia sus labios, su negra cabellera exuberante, su piel olivea, sus perfectas facciones. Los gemidos a mi alrededor parecian hacer eco de sus palabras. Luz y sombra desintegrandose con su roce, con el roce de mi compañera entregada a su fuego, alimentandose de mi piel. Las palabras de ella y sus ojos profundos como abismos, cambiantes y misteriosos, hipnotizantes, que me atraparon, que aun me atrapan, que aun me desintegran. La oscuridad y los gemidos, el remolino de calentura a mi alrededor, en mi interior, en mi mente y fuera de ella, y su voz susurrandome al oido las palabras terribles que me condenaban y me ataban a ella. Algo oscuro comenzo a sacudirse dentro mio, como si el oxido fuera cayendo de una maquina vieja que de pronto comienza a rugir, como una profunda ebullicion volcanica que, furiosa, arriesga la completa destruccion. Mi compañera rosaba su pecho desnudo contra el mio, me recorria y lamia hambrienta, y en mi mente era ella, no la gringa hippie que no se depilaba, no la chica-diosa que encontre a la entrada del hotel, sino la mujer del trono, la santa prostituta que me ato con su mirada, que me ato con su cabellera negra y su voz sedosa. Entonces senti otras manos sobre mi, muchas manos tocandome, algunas suaves, otras mas duras y grandes. Senti gemidos y respiraciones tocando mi piel, y senti pieles ajenas, tibias y sudorosas, todas mescladas en un solo aroma que me devoraba. Y aunque entendi lo que pasaba(entendi o quise entender), en mi mente era ella, solo ella, la diosa prostituta de muchos brazos, envolviendome con su cabello exuberante, lamiendome con sus cientos de manos y con su mirada verde-ambar mi piel y bajo de ella, alli en lo mas profundo, donde todas las cosas que soy se funden y son una sola, donde yo y todas las cosas son lo mismo. El roce de pieles suaves, duras, velludas, rubicundas, morenas, llenas de carne, tensas y duras, todas mojadas, todas latiendo al son de la voz de ella, Kali la destructora, que envolviendome con sus cientos de manos y su lengua y sus cabellos, me arrastraban a lo mas porfundo, a aquel abismo que habita dentro de nuestra mente, donde se funde la luz y la sombra y todo se desintegra. Temble ante la forma en que ella se posesionaba de todos esos cuerpos, de como ella tejia su tela solo para atraparme, solo para devorarme y llevarme a un lugar que parecia lleno de lujos y placeres, que sin embargo, me causaba panico y terror. Vi sus ojos en la respiracion, el sudor, las manos, la piel, el aroma a sexo y en lo mas profundo de mi mente, y temi fundirme y desintegrarme, temi mirarme al espejo y verla a ella, temi el placer y el lujo que da la muerte....
De un salto, tropezando con los cuerpos repartidos y entrelazado, desembarazandome de las manos que me aferraban y tiraban de mi a lo mas profundo, hui del lugar, hacia el alba, y deje la region para siempre, sin mirar atras...

luz y sombra (primera parte)

Durante un viaje de negocios que hice por la costa sur de asia, tierras por lo demas de lo mas recomendables, conoci a una gringa hippie que no se depilaba. Luego de dejarnos llevar por la pasion en una tarde de monson, me conto de una mujer a la que ella iba a ver, quien decia ser una reencarnacion de la diosa primordial. Sin poder encender un cigarro debido a la lluvia, y sin poder esconder mi incredulidad tras el humo que me da estilo y carisma, opte por decirle que me llevara a ella. La gringa no se depilaba pero tenia otros atributos....

Luego de unos dias de hacer arreglines por aqui y por alla, uno que otro coctel exotico, y un vagabundeo nocturno por las rojas calles de Mumbai, me encontre con un mensaje de ella en mi hostel (soy un puto pobre). Me pedia que la encontrara en una media hora en su hotel, de donde partiriamos a ver a la mujer "santa". La noche era calurosa, asi que lamentando no poder darme una buena ducha, parti a encontrarme con la muchacha.

La encontre en la entrada de su hotel disfrazada para la ocacion. Vestida con ropas tradicionales, y esa cosa rara que se ponen en el entrecejo, confieso que me robo el aliento. Parecia una diosa antigua, de alguna religion misteriosa dedicada al culto del sexo y la fertilidad. Su delicado perfume me enloquecio. Me lanze sobre ella hambriento, pero ella me alejo riendo, me subio a un taxi y me contemplo en silencio durante todo el camino. Trate de hacerme con su cuerpo, intentando todas las artimañas que conosco, pero ella solo sonreia tranquila y coqueta, satisfecha de algo que me era desconocido.

Rompia el alba cuando llegamos a una especie de templo moderno, finamente decorado, en medio de la selva. Habia mucha gente mas, casi todos occidentales, muy arreglados para la ocacion. La mayoria llevaba, al igual que mi compañera, ropas tradicionales de la zona, y una gigantesca sonrisa, serena y coqueta, satisfecha, como quien conoce algo misterioso y magico y lo sabe suyo por derecho. Entramos en un salon lleno de velos de colores pasteles, con velas y vaporizadores exhalando aromas dulzones y eroticos. Los muros rojizos con murales de dioses de muchos brazos entrelazandose con hombres y mujeres desnudos, los cojines mullidos por todo el piso, las alfombras exoticas y calidas, la gente bella y sonriente, toda en apariencia de un estrato social alto, me hico pensar que finalmente habia encontrado uno de esos misteriosos toures exoticos por el sur de asia del que todos murmuran avidos, pero que nadie nunca a disfrutado. Mire a mi compañera y le sonrei canchero, mientras me relamia por dentro imaginando lo que sucederia. Ella me miro coqueta pero serena, con esa sonrisa misteriosa que me estaba empezando incomodar. Nos llevaron al centro de la habitacion donde quemaban unas hierbas en unos grandes inciensarios, de los cuales manaba un poderoso humo, que la gente trataba de coger entre sus manos para esparcirlo por su cuerpo. Luego de hacerlo, mi compañera me pidio que la imitara, explicando que era para purificarse. Sonrei pensando que habian partes de mi que nunca habian sido puras, y repeti divertido el rito. El humo, sin embargo, me parecio extrañamente familiar, haciandome pensar en las distintas drogas que he probado, lo que no hizo mas que volverme levemente paranoico...
Una mirada coquetona de mi compañera me ayudo olvidar toda preocupacion.

Tres eunucos poderosos sonaron unos gongs que se encontraban en las esquinas de la habitacion, y la gente tomo asiento sobre los cojines. Las simples notas del los gongs producieron multiples sensasiones en mi cuerpo. Pense que tal ves el humo seria algo sospechoso, pero rapidamente mi compañera me sento junta a ella y me insto a mirar al frente. Sobre una especie de altar, adornado por una estatua de la diosa Kali, la destructora, los eunucos dejaron un trono que traian sobre los hombros.Ssobre el trono una figura cubierta con una seda translucida de pies a cabeza, sentada en posicion de loto. Los eunucos retiraron la seda y me soprendi soltando un suspiro, mientras la gente comensaba a murmurar excitada.

Sobre el trono se encontraba una mujer en sus treintaitantos, de una cabellera negra y exuberante, piel oliva y ojos profundos y de un color que, atribuiselo a la luz, parecia ir del verde esmeralda al amarillo ambar. La rodeaba un aura perturbadora y salvaje, como si mirara en lo mas profundo del abismo y observara el danzar de las penumbras caoticas e hipnotizantes....

viernes, agosto 17, 2007

Nuevas Eropatológias de ayer y hoy.



En este comienzo de siglo tras hacer un esfuerzo de recolección brutal, la Escuela Psiquiatrica de Pimelenburgo ha dado a conocer nuevas eropatológias experimentadas por la sociedad, algunas previamente existentes han sido corregidas y puestas en el manual por el Doctor Pachertz, de la Escuela de pensamiento Angrydragoncionista.

Sin mas preambulo, los nuevos títulos:

Síndrome de la Hiena.
Cuando al despertar encuentras que han remplazado la bella bailarina del kamasutra, por una vil esbirro de la resaca y cruda realidad, y para no despertarla tienes que carcomer tu propio brazo a la altura del hombro para escapar de la habitación.

Delirio Optimista Post-Coital (DOPC)
Ver (Transeúnte Optimista). Es aquella persona que tras salir a la calle despues de una experiencia sexual satisfactoria se convence a sí misma de que todos los miembros de la sociedad peatonal y en general todos aquellos con capacidad de observación mínima están dirigiendo su atención hacia él con algún interés sexual.

Desiorientación por Paternidad Probable (DPP)
Se produce cuando el paciente es hecho saber ya sea por la falta de un periodo femenino, un preservativo defectuoso, o cualquier otro aviso 'pre-parental' de que puede que su pareja esté embarazada.
Síntomas: Desorden atencional, opiniones incongruentes, ansiedad, perdida de sueño, desconección temporal con la realidad.

Síndrome de Stephen
Nombre dado por el paciente del psiquiatra Dr Pachertz Swarzkinschüberzkowenhouer, llamado "Stephen" quien aseguraba enamorarse perdídamente de mas de tres chicas (en muchos casos desconocidas) semanalmente. El síndrome en sí es bastante poco común, y suele durar periodos cortos de tiempo, generalmente hasta que el paciente tiene la oportunidad de dialogar con algunas de las personas a las cuales ha elegido para enamorarse.

El autor es concierte de faltas de corrección política y moral en las patologías mencionadas anteriormente y les pide mandar sus cooperaciones y correcciones a: Mr Remo Dolcevita, Hotel Sutra High, Bangok, Tailandia. Grácias.

viernes, agosto 10, 2007

El Onironauta (...final)

(...)
- Pasaron algunos meses - siguió Clara - En aquellos días yo ya sospechaba de Andrés. Estaba segura que me engañaba con una modelo polinésica... Aum era su nombre... no sé si era tailandesa o algo así... pero estaba segura que me engañaba...esa noche me quedé dormida viendo una película de un asesino en serie... empecé a tener una pesadilla...

Soñé que estaba en un almuerzo familiar con gente de mi familia (obvio), pero además, como en todo sueño, había gente que no tenía nada que ver: Estaba mi jefe, habían amigas del colegio, estaba también la rectora del colegio (una vieja que me suspendió cuando me pilló fumando en el baño) y estaba también el papá de Agustín...

- ¿El papá de Agustín, el viejo de los hachazos? -pregunté

- Si, era muy raro (fuera del sueño, digo). Era callado y siempre que hablaba era para retar a alguien. Además era muy, muy celoso de su mujer...a esa edad me daba cuenta...

En el sueño también estaba Andrés, pero era confuso, en algunos momentos era Andrés, en otros momentos era Agustín (el del sueño anterior) y otras veces era Agustín-niño y otro tanto Agustín-jardinero. El asunto es que en cierto momento del sueño, mientras todos almorzábamos en la mesa de mi abuela, el papá de Agustín sacó una motosierra encendida que había bajo su asiento para mostrármela, pues me estaba contando que la acababa de comprar para cortar mejor la carne de sus asados... Cuando me pasa la máquina con esos dientes encendidos y abiertos, fuera de sus fauces, el aparato se me resbala y rebana el brazo de uno de mis primos. Yo me quedé atónita, con una angustia horrible, mi primo gritaba mientras fumigaba sangre con su muñón y yo, desequilibrada, me tropezaba con su brazo que había caído al suelo. Dos tíos se acercan entonces a ayudarme, pero era imposible controlar la máquina y en medio segundo yacía uno de ellos gritando, partido por la mitad, y el otro tío decapitado e inherte.

Empezó entonces a quedar un caos horrible. Cada persona que se acercaba a ayudarme terminaba mutilada. La sangre brotaba a raudales y todos gritaban en el suelo mientras yo, desconcertada, con esa angustia indescriptible, no podía hacer nada....ni Andrés-Agustín se había salvado y se retorcía sin sus piernas...El único ileso en ese festín era el papá de Agustín que me trataba de consolar y decía "Yo te entiendo, a veces las cosas se van de las manos"

Pero me di cuenta que era un sueño y lo confirmé en mi reloj. Lo primero que hice fue desaparecer de allí. Me fui a un lugar en el sur donde íbamos con mis papás en los veranos.... me dediqué a contemplar el lago....
Allí, fuera de los gritos y del baño de sangre, pensaba en lo real que era el sueño....el lago era verdadero, la hierba sobre la que me había sentado también... me acordé del Agustín del sueño y de su conversación, sus puntos de vista...-

De pronto, Clara interrumpió su relato y preguntó:
- ¿Has pensado alguna vez que las personas en nuestros sueños puedan ser reales...tan reales como tú o yo?
- No, la verdad es que no - respondí absorto. Ella sonaba tan convencida... su relato, que no sé si logre transcribirlo tan fielmente, me tenía fumando el filtro del cigarro de hacía varios minutos...Ella continuó:

- Entonces me vino algo así como un "peso de conciencia" y quise arreglar todo lo ocurrido en la pesadilla. Decidí que nadie se acordaría de nada y todo el almuerzo se repitiría sin que nada de eso ocurriese. Después de detallarme a mi misma, con exactitud, cómo quería yo que las cosas "fueran", viajé al almuerzo y comprobé que todo estaba arreglado. Además saqué y corregí a los personajes que nada tenían que hacer allí y los devolví a sus orígenes. Me quedé almorzando. Puedo recordar que todo estaba delicioso, la conversación entretenida.... me dí cuenta, además, de otros superpoderes: podía leer los pensamientos de los otros y a veces cambiar lo que pensaban...pero eso no me gustaba...les restaba esa individualidad que tenían...y la conversación era más entretenida cuando cada uno de los comensales hacía su aporte único... En eso estaba, feliz, sabes, habría podido vivir una vida en ese mundo idílico, pero de pronto escuché: "Clara, despierta"
"Clara, despierta"
Un momento de oscuridad y silencio....es raro ser despertada de un "sueño lúcido"
"Clara, despierta"

Abro los ojos... era Andrés....

Le pregunté la hora (estaba llegando tarde, con olor a mujer, lo primero que hago es preguntar la hora. Evidente). "Sabes que no uso reloj" me dijo. "Clara, te quiero hablar de algo muy importante". Yo me senté en la cama y miré mi reloj sólo para cerciorarme que no estaba en un sueño (eran las 6:15 de la mañana). El estaba vestido muy elegante, siempre andaba así, se había sentado al lado mío en la cama y tenía su mano en mi mejilla. En el umbral de la puerta de nuestra habitación había una mujer. Una morena asiática, muy alta y delgada. Hermosa, si tengo que decirlo...ya dejé al hijo de puta....
- ¿Había llevado a su amante a tu casa? ¿a tu pieza? - interrogué por última vez

- Si - respondió Clara mientras sus manos tiritaban, parecía fuera de sí, perdida en los recuerdos que me relataba. No me había dado cuenta hasta ese momento, pero Clara estaba muy perturbada. Siguió hablando después de apagar su cigarro en el cenicero desbordante de cadáveres - Andrés había llevado a su amante a mi cama. Empezó a hablarme "Clara, ella es Aum, dormirá con nosotros. Ella será tu amiga y mi segunda esposa". Yo al principio me indigné, pero después, de verdad...no sé....lloré...pero después lo acepté como algo natural...le pedí a la mujer que se acercara....no sabes lo extraño que es esto, pero de alguna manera lo entiendo... corrí las sábanas, comencé a desnudarme y a desnudar a Andrés...Aum también hizo lo suyo....a veces, como destellos, me sentía herida por todo lo ocurrido, pero 'algo' me mantenía allí, disfrutando, agradando a Andrés... después comenzamos a besarnos y a tocarnos... me sentía muy encendida.... pero entonces entendí todo....entendí todo.... los sueños.....

Entendí porque había aparecido Agustín deforme y enfermo después de haberlo soñado como un ángel...

Sólo tenía que comprobarlo y era muy fácil...y fue muy fácil...muy fácil y simple: Mientras Andrés y Aum se acariciaban tomé, de los pantalones de él, su billetera. Dentro había una tarjeta blanca, como esas tarjetas de presentación. Al ver lo que decía sólo pude ver destellos de colores y letras que se movían. ¿entiendes ahora?-

Cuando Clara terminó su relato traté de convencerla que se lo había imaginado, que el impacto por lo que le había hecho Andrés había sido muy grande. Ella no se convenció y se fue al rato, dejándome solo. Me quedé pensando.

El Onironauta

Antes de quedarse dormido, el "Onironauta" - aquella persona capaz de soñar lúcidamente mientras duerme - debe practicar ciertos ejercicios que le ayudarán a recobrar la vigilia durante el sueño.
Algunos de estos ejercicios deben ser ejecutados en el tiempo durante el cual se desea conciliar el sueño, y otros deben realizarse diariamente, repetidamente y cuando se está en plena faena diaria.

Clara estaba a punto de contarme la historia que le cambió la vida.

- La idea es que siempre te cuestiones si estás soñando o no - me decía Clara, la linda clienta que me contó la extraña historia que escribo - debes tener un cuestionamiento periódico y una manera de constatar si lo que vives es sueño o realidad. Por ejemplo - continuó enderezándose y sentándose a lo hindú - algunos recomiendan que cuando te hagas el cuestionamiento, mires tu reloj de pulsera. Si estás en la "realidad" podrás ver perfectamente la hora en él, pero, si estás soñando, entonces notarás que el reloj dará vueltas como loco,si es analógico, o verás puras letras y signos raros cambiando y encendiéndose caóticamente si el reloj es digital...
- ¿y eso por qué? ¿por qué las letras tan locas? - interrumpí
- No sé - respondió rápidamente - algunos dicen que es porque cuando uno está soñando, cierta parte del cerebro está inactiva y no es posible evocar pensamientos relativos a la lectura o escritura... otros dicen, los más espirituales, que en lo sueños no existe el tiempo, y no tiene sentido su medición...
Lo mismo ocurre con la tarjeta - continuó - esa es otra técnica... tomas una hoja blanca pequeña, que quepa en tu billetera, y le escibes "estoy despierto". Cada cierto tiempo, entonces, cuando sospeches que estás en un sueño, sacas la billetera y lees la tarjeta. Si puedes leer bien lo que dice, entonces estás despierto. Si, en cambio, ves sólo signos raros dando vueltas, estas en un sueño...
- ¿y qué haces cuando te das cuenta que estás en un sueño? -pregunté
- Bueno, guardas la tarjeta con las letras raras y te dedicas a ser dios de tus sueños....puedes irte volando por la ventana, tener sexo con quien quieras, volverte invisible, crear edificios de la nada... y como no existe ninguna relación entre el tiempo del sueño y el tiempo que transcurre mientras duermes, dicen que te puedes quedar años dentro de un sueño y despertar al día siguiente para irte a trabajar...
- Eso es más difícil de creer...

- Bueno yo no sé, recién estoy partiendo con esto... he tenido dos experiencias muy extrañas...pero lo que me ocurrió me dejó...no sé... atontada, desconcertada...
- dale...
- ¿dale qué? -preguntó
- Dale, cuenta esas experiencias increíbles...
- Bueno, la primera fue hace un par de meses, cuando todavía no sospechaba que Andrés me engañaba...
- Cuando Mr Perfect aún era Mr Perfect - interrumpí. Entre paréntesis, ese hombre era un verdadero Mr Perfect: Deportista casi olímpico, un par de doctorados en el cuerpo, guitarrista impecable, millonario, casado con la guapísima Clara y además, según ella, el mejor amante del mundo.
- Yo no sospechaba de sus ausencias hasta que tuve aquel sueño con mi primer novio, Agustín - continuó Clara- Él, cuando tenía 14 años, me enviaba cartas con poesías verdaderamente lindas. A mi me gustaba ya leer en esa época y, de verdad, las poesías que me mandaba eran realmente bellas. Yo me pasaba horas fantaseando con la identidad del galán (pues no sabía quién me las enviaba) mientras leía, olía y releía sus cartas. Un día apareció él, feo, pecoso y pailón, me miró con una mirada astuta y dijo: "No te podré seguir escribiendo, voy a morir". No sé cómo él habrá planeado eso pero a mi me dio una angustia tan grande que me acerqué y lo abracé. El me abrazó de vuelta pero no con ese abrazo inseguro que te daban tus compañeros bailando un lento, sino un abrazo firme y comprensivo, no te lo podría describir...me miró a los ojos con los suyos llorosos "Mejor voy a vivir, Clara, para seguirte escribiendo". Y de ese momento, desde ese momento absurdo y ridículo, empezamos a pololear. Terminé con él a los dos años, porque empecé a ser cotizada entre los colegiales mayores y encontraba que él era un perno. El asunto es que mucho tiempo después, cuando ya había iniciado mi vida como mujer (tú me entiendes) me dieron muchas ganas de encontrarlo, hasta soñaba con él...
- ¿sueños cochinones?
- En verdad, sí. Soñaba que me raptaba llorando y diciéndome que se iba a morir, para después terminar los dos haciendo el amor en un bosque, al lado de sus insectos recolectados y los frascos con éter... -dijo recordando.

Pero el asunto es que aquel día, Clara, preparada como estaba para tener un sueño lúcido, se quedó dormida y empezó a soñar con el pecoso:
- Me tenía contra un árbol, estaba levantándome la falda con su nariz. Yo lo miré y conservaba el mismo rostro que tenía cuando terminamos...era un pendejo entre mis faldas...ahí tuve el impulso de mirar el reloj y vi las agujas, cada una dando vueltas como una ruleta...por primera vez estaba en un sueño y estaba lúcida.

No lo podía creer, tenía absoluto control de todo. Podía mirar hacia donde quisiese. Podía explorar, tocar, sentir, respirar. Decidí que mi galán fuese un adulto fornido, el mismo Agustín pero más crecido. Apenas hube tomado esa desición, el niño había sido reemplazado por un machote bien machote, con los mismos ojos de Agustín pero con mayor profundidad... Me agaché hasta su altura (pues estaba arrodillado) y por fin pude hablarle. Le pregunté de su vida. Le pregunté si había logrado estudiar medicina, que era lo que quería cuando estábamos juntos, si tenía novia o esposa, si trabajaba, si era feliz... el me respondió todo, me contó que había abandonado la medicina en tercer año y después estudió música. Ahora se dedicaba a componer. Me contó que había compuesto una canción para mí, y la cantó. Una canción bellísima, ahora no la recuerdo pero era muy linda, sobre todo la letra. Hablamos un montón de rato, de todo. Después me despedí de él, me sentía cansada y no quería seguir soñando.

Me acuerdo que desperté con una gran sensación de tranquilidad, como si viviera dentro del afiche publicitario de algún banco. En la cama, me quedé pensando en lo que había "vivido". Recordé lo que había visto, lo que había sentido. Recordé a Agustín, la conversación... fue ahí donde me vino el primer presentimiento... era tan real ¿sabes?... todo lo que me decía... era una persona absolutamente distinta a mí, la canción, sus palabras, su manera de armar las frases... no como si fuera sólo un habitante de mis sueños...era independiente...pero lo más extraño no fue eso...Lo más extraño fue que en ese momento sonó el timbre y fui a abrir. Era agustín...
- ¿Agustín, el pecoso, en la misma mañana? - interrumpí impactado
- Si, apenas había pasado un par de minutos después de despertarme de un sueño con él y aparecía en mi puerta. Estaba muy distinto, pero no me costó reconocerlo. Los mismos ojos que en el sueño...pero no tenía pelo y por su blanca calva se deslizaba una cicatriz largísima, que formaba una ondulación en la piel y una larga hendidura en el cráneo, como un auto abollado por el choque contra un filo macizo. "Asidente" me dijo cuando me vió, apuntando su marca. Yo no entendía, después me dijo "Jardinero, ¿quere?".
- ¿qué estaba pasando? - pregunté consumido por el relato
Después, averiguando, me enteré que su padre se había vuelto loco y había matado a la madre de un hachazo. Agustín, de 18, dos años después de que habíamos terminado, fue a socorrerla, pero le llegó un golpe en la cabeza. El padre se suicidó y Agustín, 12 meses después, desmemoriado y sin inteligencia,se dedicaba a jardinear por el barrio...

¿Te das cuenta ? -me preguntó Clara sin esperar respuesta- Agustín llevaba años jardineando en mi barrio y yo nunca lo ví hasta el mismísimo día en que aparece en mi casa después de "soñar lúcidamente" con él... además, en el sueño, era tan real, su conversación, sus emociones...

- Eso lo entiendo muy bien...eso de soñar con gente que parezca 'independiente' de uno... es muy raro...- acoté.

- Lo que sucedió después me hace sentir que no sea... Me hace sentir que ES algo natural, no sé, me hace sentir que eso sucede cuando nos damos cuenta del orden de las cosas... Es como si estuvieras prepárandote algo para comer a las 9 de la noche, cansado de tu día de trabajo y te pones a pensar que el universo es infinito tanto en sus dimensiones como en el tiempo, infinito en posibilidades, infinito en vidas, en criaturas raras, infinito en absolutamente todo y tu terminas de calentar el plato, te sientas, comes, culeas y duermes sin que te importe algo el absoluto sin sentido de todo...sin que te importe lo inmensurable de tu pequeñez...

- ¿¿Qué pasó después?? - interrogué con cierta angustia

sábado, julio 21, 2007

Cartas de Brasil

Una fábula-sexual-urbana contada en 1era persona:

La luna, despedazada por la persiana, prendía con sus esquirlas luminosas las sábanas de mi cama. El reloj avanzaba hacia la hora esperada y mi mente, que debía concentrarse sólo en un nombre, navegaba por donde quería.

"Lucinda".

Debía pensar en Lucinda

"Lucinda Cabral"

Cabral es un apellido que siempre me ha sonado muy brasilero. Lo mismo me ocurre con "Becerra", "Duarte"... generalmente porque conozco gente brasilera con esos apellidos. A excepción de "Duarte", pues no conozco a ningún brasilero con ese apellido... yo creo que asocio "Duarte" a ese país por "Chico Buarque", un cantante brasilero, nada que ver con Duarte, pero seguramente el parecido fonético es el causante de mi asociación.

"Lucinda Cabral" volvamos a "Lucinda Cabral"

En la carta mencionaban varios nombres: Lucinda Cabral, Roberto Otero...

Mi problema sería solucionado si combinaba esto con métodos de medicina tradicional. Al menos eso decía la carta. Pero para mí ya no existe una solución tradicional. Las he probado todas y no hay solución. Vengo de vuelta con esto de los médicos y sus recetas:
- Tu problema está aquí - me dicen señalandome la cabeza (la encefálica). Después intentan convencerme de ir a un siquiatra, o un sicólogo, como si yo tuiviera algún trauma o alguna tranca o...

"Lucyn.." Lucy in the skyyyy with.... "Cabral"

"Lucinda Cabral" no te desconcentres!

"Lucy in da Cab, ral"...no..."Lucy in da Cab, pal"

¿Era ese movimiento un temblor? ¿por qué la luna ya no se veía por la ventana?

Entre todo ese caos habitual en mi cabeza me empezó a dar un miedo horrible. Debo confesar que me meé un poquito... escuché dos crujidos reales en la madera del piso..

¿Qué son esos...pasos? ¿Acaso los médicos brujos del brasil no venían en forma espiritual y operaban "astralmente"?

Después escuché un montón de ruidos fuertes, todos afuera de mi habitación. Sonaban como una banda de viejos jardineros desquiciados, corriendo por mi casa, todos sonando con sus herramientas metálicas y vestidos (como debía ser) con esos ridículos pantalones de mezclilla...

Creo que antes de lo peor, el ruido paró un segundo. Se detuvo sólo para hacer aún más impactante lo que venía, como en esas película de Wes Craven en la que te asustan poniéndote una mano sorpresiva que tapa un gran espacio blanco, junto con un sonido explosivo que te saca del asiento.

La ventana se abrió de golpe y la pieza se vió súbitamente invadida por la luz de la luna y un millar de hojas secas (era otoño aquella vez). Traté de levantarme pero no podía, algo me tenía pegado al colchón....el viento botaba por el piso todos mi cuadros y libros....Además, de pronto ví que una sombra en el techo, una sombra extraña que nunca había visto en mi techo (y las sombras en el techo de la pieza de uno son de esas cosas de las que uno tiene un recuerdo absolutamente perfecto de cómo son, pero rara vez uno se da cuenta de ello ), comenzaba a cobrar volumen y a moverse y tomar forma...unas formas...una forma fémenina....una gorda y voluptuosa forma femenina que caía como una pluma sobre mí, con sus inmensas piernas negras abiertas y unos senos descomunales, como una especie de humo antropomorfo, más vieja-gorda-morpho, que bajaba lentamente hacia mi pelvis, con una precición de calce sexual que superaba al más vicioso jugador chino de tetris que el mundo haya logrado concebir alguna vez.

Traté de preguntarle al humo por Lucinda Cabral, pero mi cuerpo no obedecía ninguna orden. Sólo pude ver, y también sentir, como el humo negro se volvía cada vez más corpóreo y humano. Poco a poco la trama vacua del humo se fue tornando piel, sudor, pezón y diente. En segundos tenía a una negra de 100 kilos frotándose, transpirando y gimiendo con los ojos en blanco sobre mi pelvis.

En medio de aquella tortura medieval, en la que mis caderas amenazaban con implotar en el coxis, en la que no podía despegar mis ojos de ese ser inmenso que lo abarcaba todo, en la que mis oídos no podían no escuchar nada que no fueron esos gemidos, en la que ni el olor ni la temperatura podían serme indifirentes.... me pareció comprender...

"Lucinda Cabral" - imposible no pensar en ella

A la mañana siguiente había mucho que ordenar. Ojas secas por todos lados, adornos revueltos. Si hubiera sido en vano lo habrá mandado todo a la mierda, pero no fue así. La noche anterior me había curado. Tuve la primera erección duradera (frente a una mujer) y culminé el primer acto sexual de mi vida.

domingo, junio 03, 2007

Dialogos de la musa y el poeta (II)


M: Me dai un cigarro

P: No tengo.

.
.
.
M: (tiempo después, viendo un cigarro en su boca) así que no teniai....

P: chhh... no te conozco... creí que porque erí rica noma te tengo que dar un cigarro?

miércoles, mayo 30, 2007

Modo y Koma


- Me parece que nedie es victorioso en ese tema. dijo Koma, sujetando un cigarro de hierbas entre sus dedos desnudos.
- Lo dices porque eres muy frígida y no tienes orgasmos si estas encima, dijo Modo con tono paternalista sosteniendo un pecho de Koma en su mano y moviendo el pezón con el pulgar.
Silencio... Las sabanas son de seda purpura, y hay ropa en el suelo, como vestigios de una batalla, donde años mas tarde los ociosos buscarán cascos de balas. Modo esta sudando y el humo del 'cigarro de mentira' lo esta poniendo perezosamente enfermo... Silencio...
- Sabes que en verdad yo no te elegí, todo es difícil contigo, es esa tensión justamente lo que hace que yo duerma contigo... no es como si no tubiera otros pretendientes bajo la manga. Cuando veo que no podemos estar juntos me pongo caliente. Es algo rarísimo... Koma se queda en silencio, sin estar segura de que Modo la esta escuchando, los hombres nunca escuchan...
Modo toma la muñeca que sostiene la palma que sostiene los dedos que sostienen el cigarro herbal de Koma, se lo acerca a la boca y saca una calada sin ganas, sin saber porque, y pensando en porque todo es tan difícil. No esta prestando atención a lo que dice Koma... Sabe que no es importante, sabe que los hombres que escuchan duermen solos... Divaga en silencio sobre Jugadores de rugby y cheerleaders, como si eso tubiera algo que ver.
- Me siento mal por mi novia. No debería estar contigo. Dice Modo soltando la teta a la que acariciaba. - Ahora ya esta hecho, no le puedo decir nada, no puedo pedirte consuelo a ti ni a ella.
- No seas bobo, puedo hacer que te sientas mejor. Dice ella sonrriendo.
- Lo dudo... Suspiro.
- Yo se algo que tu no sabes, que cambia todo.
- Que?
Silencio... los dos se miran, la mano ha encontrado una ruta al otro pecho, donde como un retrasado mental repite una caricia sin intención. - Que!? dice Modo irritado.
- Tu novia también lo hace, desde hace tiempo además.
- A si? Con quién? Modo levanta una ceja.
- Conmigo. Sonrrisa.
Silencio... Es dificil ver la escena ahora, él tiene la cabeza nublada, con una tormenta eléctrica de sinápsis empujando morbosidades lésbicas, impulsos tan primarios que le causan a Modo una erección. Ella esta vacía, o ausente.
- Enserio? No te creo, dice Modo.
Koma comienza a reir - No puedo creer que te lo hayas creido... los hombres son todos imbéciles.
- Lo sé... Silencio.

martes, mayo 08, 2007

Sanidad Mental

"No era pensar, me parece que ya te he dicho muchas veces que yo no pienso nunca; estoy como parado en una esquina viendo pasar lo que pienso, pero no pienso lo que veo. ¿Té das cuenta? Jim dice que todos somos iguales, que en general (así dice) uno no piensa por su cuenta " -el perseguidor, Julio Cortazar-

Cuando nos envuelven paredes planas y vacías, la mente puede perderse y navegar a la deriva. Para nuestro cerebro, la diferencia entre una pared adornada y una pared vacía, es como la diferencia entre una hoja de calígrafía y una hoja de croquis para un niño. El infante, cuando está frente a una hoja caligráfica plenamente delimitada por renglones, difícilmente se atreverá a rayar algo más que la letra redondita y parsimoniosa que le inculca su profesora. Si,en cambio, lo dejamos solo con una hoja en blanco, el muchachuelo plasmará automáticamente toda su descabellada creatividad sobre él.

Frente a una pared vacía los pensamientos divagan peligrosamente, sin delimitaciones.

Ni los manicomios ni los hospitales deberían tener paredes vacías.

Los niños son seres desquiciados. Lo digo porque me acuerdo de mi infancia, los juegos, los festines de lombrices ("¡se está moviendo en mi guata!"), las masacres de hormigas y los tábanos que, volando empalados, exhibían su castigo fatal como si un condenado a muerte arrastrase la silla eléctrica tirandola del cable del enchufe.

Cuando yo era niño, entre otras cosas, hablaba solo y, como hablar solo siempre ha sido de locos, le tenía un enorme miedo a la locura. Realizaba pruebas obsesivas para asegurar mi salud: "Si logro llegar con 99 pasos al colegio, no estoy loco", "si hago la tarea a oscuras, siempre seré cuerdo". Una vez me llevaron al hospital porque quise soportar el contacto con la corriente eléctrica por 10 segundos.

Ahora pienso que no es tan raro buscar la racionalidad de mi pensamiento llevando a cabo acciones absurdas pues, después de todo, la lógica humana por entera se tambalea en la inverosímil base de su existencia.

Esa última frase me llenaría de orgullo si la hubiese dicho yo por primera vez, pero no es así. "la lógica humana por entera..." lo dijo ella, cuando me había enojado con su excesiva emotividad. Me lo dijo y yo quedé babeando extasiado: "Y te la estás tirando" - pensé con todo el orgullo de un macho alfa.

Ella era profesora de básica. Ni ella ni el recuerdo de su cuerpo ensangrentado se borran de mi cabeza.

Se llamaba Ana. Su padre era epiléptico y un día comenzó a sufrir convulsiones que no cesaron nunca y un neurólogo decidió partirle el cerebro en dos en una cirujía llamada 'escisión cerebral'. Esta operación se realiza frecuentemente en epilépticos graves y consiste en cortar las conexiones nerviosas entre los dos hemisferios del cerebro. Después de la operación el sujeto se comportaba relativamente normal a simple vista. Sin embargo, si le realizabas ciertas pruebas podías darte cuenta que dentro de su cabeza habían dos mentes. Podías obtener respuestas distintas si le preguntabas lo mismo a cada uno de los hemisferios por separado. El doctor nos había enseñado cómo hacerlo.

Me dijo: "¿Dónde está mi Papá? ¿En qué lado del cerebro le quedó la conciencia?"... Ella llegó a la conclusión de que la conciencia de su padre, su Yo interno, no podría quedarse sólo en un hemisferio cerebral... Al dividir la materia gris, su Yo, su alma entera, se había partido en dos con el láser del cirujano. Como cuando partes una lombriz en dos. Ambas mitades se siguen moviendo y viviendo como dos seres absolutamente independientes.
¿Cuántas lombrices puedes crear despedazando una?¿Cuántas veces puedes dividir la conciencia?¿cuántos "Yos" pueden haber en tu cabeza?

Y si todos esos Yos 'aparecen' en tu cabeza cuando te la parten en dos ¿por qué no pensar que esos individuos ya estaban dentro? ¿por qué no creer que la mente es una sociedad completa, llena de seres que conversan en un lenguaje eléctrico?

Porque nosotros en algún momento éramos uno, pero había decidido castigarme por haberla matado. Después de los ruidos fuertes, los golpes indoloros, los fierros doblados... ella murió en su cuerpo, pero no en mi cabeza. Me conversa y me sigue mirando con sus ojos azules desorbitados, entre la tormenta de parabrisas roto, sobre su cuello desnucado. Me observa y me pregunta si estoy lo suficientemente despierto como para conducir.

domingo, marzo 25, 2007

"nerdCore" - El horizonte del Porno

Modo pasa demasiado tiempo online, pasa mas tiempo online que con sus seres queridos, teine no uno, si no varios blogs donde nunca visita nadie aparte del amado googlebot, e incluso registra sus emociones a lo largo del dia en hermosas barras de colores. Pasa mas tiempo online de lo que duerme. Esta online mientras la música que escucha dormido se registra en matrices mundiales en servidores en la isla del Reinado de Togobandongo donde no se firmo el tratado de 1845 que conviene a la propiedad artistica e intelectual como propiedad privada... es curioso, todo el tiempo que pasa en esa isla imaginaria donde todas las mujeres hermosas del mundo, las maravillosas esclavas sexuales (esposas) rusas, el ebony, interacial, asian, teen, tranny, hentai, softcore, orgies, ganny, zoo, y toda la matriz de combinaciones (12 x 12 = 144) que es posible hacer con ese extracto de la rama de la pornografia (Escritura de las prostitutas). Todos en la maravillosa isla donde Pamela Andreson es la reina indisputable con Tommy Lee en un bote.

Modo estaba en digg perdido y resignado como un reo que como ultimo consuelo elige la penetracion anal antes que las mamadas porque no soporta el sabor del semen. Con similar animo hizo un click' mas en un comentario sin fecha en la continuacion de la página 24 que decia. NerdCore. Y Oh Musas! Oh Pleyades!! Oh erotismo ancestral kamasutra, yoni, donga y la postura del Angry Dragon o el Rodeo Drive.

Modo ha descubierto el Nerdcore!...