martes, septiembre 06, 2005

Rapida Inquietud

Hace tiempo que no quedaba tan agotado. Yo, a un lado en la alfombra, y ella arriba de mi cama, enredada entre las sábanas. Enonces por primera vez me habló. Me dijo que me parecía a su padre. No supe que decirle cuando al preguntarle cuál era el parecido, ella me respondió con toda naturalidad que había gritado como su padre lo hacía cuando gozaba un orgasmo.

No hay comentarios.: