miércoles, julio 02, 2008

La guinda de la torta

Una expresión simple con un sentido claro, a pesar de que a casi nadie le gustan los marrazquinos. Pero ¿cuál era la guinda de la torta? ¿un accidente mayor? ¿un asesinato? ¿un secreto de familia expuesto a la violación pública? En ese momento creí que nunca llegaría a saberlo. El misterio se extendía como un silencio. Todos, incluyéndome, como estatuas esperando el mensaje: una diminuta trama de sonidos que acarrean como en un tren una roja redondez plástica con sabor a invento. Todos esperando que esa efera irrumpa intempestivamente en la suave crema de las costumbres y los ritos sociales, mostrando desvergonzadamente la vulnerabilidad de los esquemas, la frágil cotidianidad invadida por un sabor extraño. Morbo. Sangre en la carretera. Cabezas desformes. El peor de los acontecimientos podía volverse de pronto el centro de la historia, un gancho narrativo, una poco sutil herramienta de oratoria.

- Va a ser papá - nos dijo por fin a sus amigos oyentes

Algunos exclamaron genuinamente impresionados, otros en cambio cortesmente fingimos moderada sorpresa y muy internamente nos desilusionamos por lo predecible de la historia.

pd: Aprovecho de dar la bienvenida a nuestro nuevo prosti!

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