jueves, marzo 30, 2006

El escorpión

Poco antes de llegar, un afiche de no sé que cosa logró retener mis pasos y mis pensamientos. El afiche tenía dibujado un escorpión en posición de ataque y, como ando permanentemente buscando cualquier cosa para escribir en este blog, me puse a filosofar sobre la extraña morfología del arácnido. La principal reflexión que logré en ese momento fue notar que no existe nada en aquel bicho, absolutamente ningún elemento en su anatomía, que no esté hecho para pelear. Su piel es una armadura, sus manos tenazas filosas y letales, su cola es una espada en permanente posición de ataque... como esto es un puticlub, había que escribir algo sexual así que pensé en comparar la agresividad en la imagen del escorpión con la sexualidad implícita de un pene dentro de una vagina... ¿por qué ese animal estará condenado a la guerra eterna? ¿puede el escorpión abrazar a otro y expresar su cariño, a pesar de su morfología feroz?

Finalmente me encontré con unos amigos y fuimos a almorzar al lugar que habíamos acordado. A pesar de que el almuerzo fue vegetariano y livianito, por alguna razón alguien arrojó de cabeza a Sigmund Freud sobre la mesa, y citó una de sus anécdotas relacionada con el subconciente:
- ...entonces el amigo, en mitad de la historia que narraba, se quedó callado buscando una palabra que había olvidado. Freud, que pensaba que el olvido no podía deberse a un fenómeno químico o físico sino a una acción del cerebro involuntaria, adivinó que al sujeto le sucedía algo...entonces sacó papel y lápiz...
- no andaba preparado pero...-bromeé
- Freud siempre andaba con papel y lápiz -dijo serio mi amigo- porque gozaba que la gente le revelara sus vidas a través de la "asociación libre", que en este caso consistía en que su amigo dibujara cualquier cosa en su bloq...

Antes de empezar a dibujar, su amigo le comentó el significado de la palabra que había olvidado y que Freud interpretó como "Salvador" (en germánico por supuesto). Luego el amigo comenzó a dibujar heridas sangrantes, cachorros, guaguas y un montón de cosas de ese estilo... Sigmund no lo pensó dos veces pues sabía que el inconciente delataba a cualquiera y adivinó en segundos que su amigo había obligado a su novia a abortar y ahora, arrepentido, buscaba casarse y embarazarla nuevamente. El bebé "salvador" lo redimiría... muchos de nuestros actos -concluyó mi amigo- incluso el olvido, pueden ser obra de nuestro subconciente.

Caminando de regreso a mi casa, cuando casi había olvidado todo esto del subconciente y preparaba mentalmente mi escrito sobre el escorpión, Sigmund Freud me habló desde su helada tumba, a través de mi mente melancólica, prostituida y carente de afectos. Me pilló de sorpresa, como un anillo de fuego que de pronto me envolvió
"¿Acaso eres incapaz de querer y sólo eres un guerrero, como el escorpión?"

2 comentarios:

jfhurtado dijo...

este memo nuevamente nos sorprende!
oye memo, deberias ser competidor de chica lista!

Anónimo dijo...

Un puto es lo que eres, nada de guerreros aca.

Un caliente weno pa la cacha, nada de poeisia.